Tarde o temprano hay que mover los satélites, bien porque hay que cambiar de orbita (cementerio de satelites) bien porque se debe rectificar su orientación.
El problema es que en el espacio no hay aire ni agua ni suelo en el que el aparato pueda impulsarse, es decir que para impulsarnos sólo podemos utilizar un chorro a reacción.
Para imaginarse esto hay que pensar en un cañón con ruedas al que no se le ha puesto tope. Imaginemos que dispara una bala de cañón de 1 kg a 100 metros, al hacerlo se moverá a cierta velocidad hacia atrás y luego se parará (por efecto de la fricción). Si la bala pesase el doble y la lanzásemos a la misma distancia (100 metros) el cañón saldría impulsado con el doble de fuerza, lo que significa más o menos el doble de velocidad y casi el doble de distancia (no es el doble entre otras cosas por la fricción dinámica, tema del que tengo que hacer una entrada algún día)
Volviendo al satélite, en el espacio no hay fricción, así que el satélite no se para nunca (por eso esta en órbita) a parte la cantidad de materia para "disparar" es limitada, cuando se acaba se acaba y ya no podremos moverlo. Así que es interesante rentabilizar al máximo esta materia.
Si nos volvemos a imaginar el cañón, al disparar la bala de 1 kg si en lugar de lanzarla a 100 metro la hubiésemos lanzado a 200 el efecto hubiese sido el mismo que lanzar la bola de 2kg a 100 metros. Es decir lo que en realidad importa es la cantidad de pólvora que metemos en el cañón.
Se puede imaginar esto pensando que el centro de masas siempre sigue en el mismo lugar:
Resumiendo: Para movernos tenemos que lanzar algo, para movernos el doble tenemos que tirar algo el doble de grande o el doble de rápido.
Volviendo por última vez al satélite. Puesto que la cantidad de masa que tiene es limitada nos interesa muchísimo que la que tiremos vaya lo más rápido posible. Para eso se utiliza un propulsor iónico. Lo que hace es
El problema es que en el espacio no hay aire ni agua ni suelo en el que el aparato pueda impulsarse, es decir que para impulsarnos sólo podemos utilizar un chorro a reacción.
Para imaginarse esto hay que pensar en un cañón con ruedas al que no se le ha puesto tope. Imaginemos que dispara una bala de cañón de 1 kg a 100 metros, al hacerlo se moverá a cierta velocidad hacia atrás y luego se parará (por efecto de la fricción). Si la bala pesase el doble y la lanzásemos a la misma distancia (100 metros) el cañón saldría impulsado con el doble de fuerza, lo que significa más o menos el doble de velocidad y casi el doble de distancia (no es el doble entre otras cosas por la fricción dinámica, tema del que tengo que hacer una entrada algún día)
Volviendo al satélite, en el espacio no hay fricción, así que el satélite no se para nunca (por eso esta en órbita) a parte la cantidad de materia para "disparar" es limitada, cuando se acaba se acaba y ya no podremos moverlo. Así que es interesante rentabilizar al máximo esta materia.
Si nos volvemos a imaginar el cañón, al disparar la bala de 1 kg si en lugar de lanzarla a 100 metro la hubiésemos lanzado a 200 el efecto hubiese sido el mismo que lanzar la bola de 2kg a 100 metros. Es decir lo que en realidad importa es la cantidad de pólvora que metemos en el cañón.
Se puede imaginar esto pensando que el centro de masas siempre sigue en el mismo lugar:
Resumiendo: Para movernos tenemos que lanzar algo, para movernos el doble tenemos que tirar algo el doble de grande o el doble de rápido.
Volviendo por última vez al satélite. Puesto que la cantidad de masa que tiene es limitada nos interesa muchísimo que la que tiremos vaya lo más rápido posible. Para eso se utiliza un propulsor iónico. Lo que hace es
- ionizar la materia (porque la materia de por si no esta cargada eléctricamente). Para lo que se necesita energía eléctrica (y el satélite tiene infinita ya que viene del sol)
- ahora la materia ya es sensible a los campos magnéticos (los cuales son creados gracias a energía eléctrica nuevamente)
- Al impulsar la materia con un campo muy potente esta sale disparada a gran velocidad, rentabilizando así la perdida de masa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario