Foto de Eduardo!bajo una licencia Creative Commons
La gracia de este sistema es que en el espacio las placas ni pesan, ni se ensucian, además en el espacio no hay atmósfera que atenúe la intensidad de la radiación, ni nubes que la tapen. Por si fuera poco un satélite esta constantemente reorientando las placas hacia el sol (lo cual no demanda demasiada energía ya que no pesan).
El resultado de esto son unas placas con un rendimiento muy bestia, que trabajan las 24 horas del día produciendo durante todas esas horas el máximo de energía posible.
De ahí el interés en recoger la energía del sol en satélites y luego reemitirla en longitudes de onda largas, que atraviesan bien la atmósfera, hacia un receptor terrestre.
1 comentario:
Creo que todos hemos pensado alguna vez en esta idea. Pero yo siempre le he encontrado 2 problemas:
1. Lo que costaría enviar al espacio una tanda de satelites pa realizar el proyecto.
2. El transporte de la energía.. me lo has solucionado, no sabía lo de las ondas largas...
Publicar un comentario