Foto de la NASA bajo dominio público
Para ponernos en situación: Las neveras utilizaban ciertos gases para hacer su ciclo, el problema ese que dichos gases, concretamente amoniaco y dióxido de azufre, eran tóxicos. Se propusieron varias soluciones (incluso Einstein patentó una). Otra solución era buscar un gas que se comportase como se esperaba (condensándose, expandiéndose, etc. en los momentos adecuados del ciclo) y que ademas, no fuese tóxico, ni mal oliente, ni corrosivo, ni nada. Como un gas así no existía, se creó, se los llamó CFC (mucho más cómodo que CloroFluoroCarbonos) Las propiedades de este gas superaron las expectativas de sus propios creadores, era un gas prácticamente inerte, que se comportaba muy bien en los circuitos de refrigeración, ni siquiera se adherían a la piel.
Por estos motivos, se los empezó a usar en aerosoles, neveras y aires acondicionados masivamente. ¿Os suena el nombre "freón", de la empresa DuPont? Bien, la cuestión es que triunfaron y no se les veía problema ninguno. A principios de los 70 ya se fabricaba una tonelada de este gas.
Y sin embargo la principal ventaja de este gas se convirtió en su principal problema, aunque la humanidad aún no lo sabía. Resulta que al no reaccionar con nada el gas seguía su camino hasta llegar a la única barrera que se interpone entre nosotros y las violentas radiaciones ultravioletas la capa de ozono. Para que os hagáis una idea de lo delicada que es la capa de ozono, si esta capa estuviese a la presión a la que nosotros respiramos (1 atmósfera) tendría 3 milímetros de espesor.
Al llegar ahí la luz ultravioleta consigue romper el CFC liberando el cloro y el cloro SI es problemático, actúa como catalizador rompiendo las moléculas de Ozono. Por suerte al final el cloro acaba siendo devuelto a la superficie después de 2 años flotando entre moléculas de ozono, en este tiempo ha destruido unas 100.000 moléculas de ozono.
Si se empiezan a soltar toneladas de CFC cada año esta finísima capa, nuestra única protección lo nota rápidamente. Y aquí empiezan los problemas si hay más radiación ultravioleta nuestro sistema inmunitario disminuye de manera drástica, hay más cáncer de piel, mas cataratas. Ligeros aumentos de radiación UV acaban con el 25% del fitoplacton de la superficie del mar, el cual no tiene piel que le proteja, y que por otra parte es uno de los principales entes en convertir dióxido de carbono en oxígeno, y la base de la cadena alimentaria marina.
Nota: Me ha quedado un poco largo y lo he dividido en 2, mañana más.
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